Ha visto al luz la segunda edición del estudio 'Los Contenidos Digitales en España 2009' elaborado por la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España (AETIC), el cual estudia detalladamente los principales parámetros de mercado, empleo y esfuerzo en I+D que definen la industria de los Contenidos Digitales en España, y que está integrada por los subsectores Audiovisual, Cine/Vídeo, Música, Internet, Publicaciones digitales, Videojuegos y Contenidos para móviles.

Complementariamente, el informe analiza los diversos modelos de negocio y sus correspondientes mecanismos de generación de ingresos: publicidad, suscripción, compra por canal tradicional, descargas y pagos por mensajes, y subvenciones.

El libro electrónico comienza a tener una importancia económica en España gracias a la aparición de nuevos aparatos especialmente diseñados para su lectura; así, la industria de las publicaciones digitales experimentó el mejor comportamiento del mercado de contenidos digitales, pasando de ser la que peor resultado obtuvo en 2008 a convertirse en el subsector que más creció en 2009, un 31,8% hasta alcanzar los 286 millones de euros de facturación.

En ese sentido ha sido importante el aumento en el número total de títulos publicados, si bien el notable incremento del soporte electrónico como modalidad de edición ha resultado determinante para las consecuciones registradas en este subsector.

De esta manera, los 8.447 títulos en soportes electrónicos que fueron publicados en el año 2008 representaban un 8,8% del total de libros editados del ejercicio, mientras que los 12.514 generados en 2009 han elevado la participación de este nicho de mercado hasta el 11,4%.

De cara al futuro más próximo, esta actividad es una de las que ofrece un porvenir más esperanzador, pues son varias las circunstancias que se entrecruzan y que adelantan un fuerte desarrollo para este tipo de contenido.

Por un lado, comienzan a proliferar dispositivos con una orientación especial para convertirse en interfaces específicos dedicados a gestionar estos contenidos y, prueba de ello, sirva el tremendo éxito de ventas que los nuevos 'e-book' tuvieron a lo largo de la pasada campaña navideña y, por otro, una vez despejados los primeros interrogantes acerca de los formatos que se utilizarán como estándares de este mercado, las compañías editoriales han hecho una apuesta firme por esta nueva tipología de producto, de forma que la tercera parte de éstas han declarado que antes de 2011 habrán digitalizado entre el 50% y el 100% de sus fondos bibliográficos, adaptándolos a diferentes tipos de dispositivos tales como teléfonos móviles, lectores específicos, pizarras digitales, ordenadores personales, etc.


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